La Genialidad de John Galliano en Maison Margiela ´Artisanal´ collection S/S 24

La primer Luna Llena del año en el signo de Leo este 25 de enero fue la elegida como el momento perfecto para el drama y para mostrarse a través de un show que presentó acertadamente la última colección de Maison Margiela por John Galliano en el Pont Alexandre III en Paris, bajo una iluminación dramática que hacía dúo entre la luz artificial y natural justo al lado del Rio Sena. Una interpretación en vivo de ´Now I don´t Need your Love´ de LUCKY LOVE & The Gospel marcó el intro de la presentación, mientras le sigue un Fashion Film que evocó la visión del mítico fotógrafo húngaro Brassaï de los paisajes parisinos entre neblina, halos de luz, superficies reflejantes y una densa obscuridad. Este cortometraje dio paso al performance logrado por modelos caminando entre los invitados, que fueron acomodados a modo de un desordenado bar del Paris bohemio de finales del siglo XX y principios del XIX.

Galliano siempre se ha caracterizado por su interés en indagar a través de episodios históricos, algo que dejó ver desde desde su graduate show ´Les Incroyables´ en 1984  y por  la forma en que en cada ocasión fusiona épocas e inspiraciones de forma homogénea, esta vez ha fusionado imperceptiblemente los años 20s en retrospectiva hacia el 1890 de una manera evidente pero asombrosa a la vez.

En la historia de la moda han existido demasiados diseñadores épicos y genios, pero ninguno tan perfecto como lo es John Galliano, quien tiene todo en demasía: el conocimiento histórico, la habilidad conceptual y la maestría para dirigir y explotar al máximo la habilidad e inventiva de sus colaboradores y su equipo en turno. A su llegada a Maison Margiela como director creativo en 2014, Galliano se mostró discreto en sus colecciones, sin dejar de demostrar su genio en cada creación, apegándose a la identidad de la casa que ahora lo arropaba.  Esta vez ha dejado sin aliento a los espectadores con una presentación que demuestra nuevamente su genialidad en su totalidad, regresando a la esencia de John Galliano, la cual se siente en cada uno de los detalles de la presentación, un show que incluso a través de la pantalla se siente escalofriante y que demuestra la fusión de todas las formas artísticas que alimentan una buena colección de moda.

Personajes de la noche y el Paris Bohemio.

Personajes de la noche y muñecas de porcelana vivientes son los protagonistas que se dejan ver desde el cortometraje de entrada, entre el drama, el baile, la teatralidad, la lluvia y el defecto que se entremezclan para lograr una extraña perfección como resultado. Mujeres ataviadas en transparencias drapeadas y vestidos negros con cintura ceñida al puro estilo de la Belle Epoque, con cabello rojizo en recogidos desordenados que recuerdan a las musas protagonistas en las obras de Toulouse-Lautrec, especialmente a la icónica Goulue. Una imagen épica de esta colección fue la de mujeres voluptuosas referenciando una sexualidad y feminidad explicita a través de transparencias que dejan ver el artesanal bordado hecho de cabello humano sobre tul de seda emulando un pubis femenino.

De las cosas que mas impresionaron fue el maquillaje al estilo de antigua muñeca de porcelana, obra de Pat McGrath y las prótesis de cuello hechas en cuero de acabado pulido que hacían el efecto de una pieza de porcelana, este look se completaba con medias y guantes deshilados, obra de Simone Carle. La figura completa de la mujer que presenta Galliano en esta colección nos remonta remotamente a las modelos que utilizaba el fotógrafo Ernest Joseph Bellocq, aunque el estilo y la elegancia parisina es lo que realmente define cada una de las salidas que presentó, como una nostalgia de la feminidad, aunque decadente, si glamourosa y evidente de aquel mundo bohemio.

Las figuras masculinas se vistieron de corsets ultra ceñidos y gabardinas perfectamente sastreadas con puntadas visibles y hechas en textiles tratados para dar la impresión de tela húmeda por la lluvia en conjunto con botas Tabi de Christian Loboutin. Estos modelos se movían entre las sombras y la neblina como figuras lánguidas en un performance que bien puede recordar a la figura de Valentin ´Le Dessosé´ o Chocolat que se representaban en la obra de Lautrec.

Galliano demuestra una vez más que después de 40 años en la moda y de algunos periodos difíciles, mantiene su esencia, su genio y la habilidad de impresionarnos en cada detalle y cada show a través de la sensibilidad de sus presentaciones. Mientras él siga vivo la moda sigue valiendo la pena, y después de tantos prodigios perdidos como Mugler, Elbaz y McQueen, debemos celebrar que aún lo tenemos para hacernos sentir, solo cabe decir que… ¡Los Genios no deben morir!

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