Comenzó fuerte el año 2024 con dos o tres tendencias que se hicieron virales y algunas se han ido diluyendo con el paso del tiempo, estas marcaron una estética bien definida para los primeros meses de este año; sin embargo, algunas de las tendencias que vimos y consumimos en 2023 parecen no haber desaparecido por completo, han ingresado en este año convirtiéndose en un gusto permanente del consumidor o han heredado su lugar a otras que parecen compartir su esencia.
Lo que es cierto que, a poco, a mas de un mes del comienzo de este nuevo año, las aesthetics y cores que lo han definido, aunque no parecen tener mucho en común, se relacionan por tener un carácter llamativo, vistoso, elaborado y hasta opulento, como un llamado a la nostalgia de tiempos mejores y felices, olvidándose de la simplicidad y la naturalidad de los años anteriores de esta década. Para quienes acostumbran a estudiar la moda y no solo consumirla, esta es una señal que nos asienta y revela en la realidad económica que estamos viviendo, con la rapidez que las tendencias se mueven ahora, la moda ya no solo predice a largo plazo, sino que señala y evidencia el mood del consumidor y su día a día, el cual parece haberse cansado de la modestia y la simplicidad; y que aunque el logo fatigue sigue vigente, se percibe un deseo por el hedonismo y el disfrute a través de los materiales y el estilo.
El Rosa se suaviza: Del Barbiecore al Coquettecore.
El Barbiecore alcanzó su climax en el verano del 2023 con el estreno de Barbie (2023) de Greta Gerwig, al menos un par de años antes el Hot Pink había invadido todo, desde las colecciones de alta costura hasta las tiendas de fast fashion sin importar la temporada. Este color, así como la película definieron una feminidad que no perdía su esencia pero que se redefinía hacia un empoderamiento que no necesitaba ser grotesco o agresivo como sucedió en los años 70s y 80s para lograr imponerse, sino que lo hacía desde una nueva perspectiva acorde al correr de los tiempos actuales. Ahora, el Hot Pink pasó de ser simplemente un color de moda a ser un básico atemporal que marca un statement mas allá de la vestimenta.
Hacia el final del 2023, el Balletcore y su aesthetic se adoptó a través de formas, suelas flat, satines y rosas delicados, que se transformaron en el hiper romántico coquettecore que invadió las redes sociales, los memes, las campañas de marketing y la moda con moños, ruffles y un tono hiper cursi al crear un look, esta corriente atrapó en especial a la Gen Z con esas vibes de un Y2K pasado por un refresh, alimentando la neomanía de esta generación con algo de nostalgia.
La Afición por el lujo toma una nueva dimensión: Del Quiet Luxury al Mob Aesthetic.
Los gustos y preferencias definen nuestras aspiraciones y se muestran como una etiqueta de nuestra clase social y estilo de vida, las tendencias no son mas que la evidencia de hacia donde se mueve el deseo de imitación por algo en cada época.
En 2023 el Quiet Luxury invadió el internet gracias al sentir social que deseaba una época tranquila que evocara el bienestar después de momentos de gran estrés y aceleración con la pandemia de 2020, los sucesos sociales y la rápida evolución tecnológica que anunciaba la invasión de las IAs. El clean cut de personalidades en Tik Tok como Sofía Richie Grainge fueron un modelo de lo que se aspiraba a ser. En 2024, el Quiet Luxury se ha asentado en el gusto del consumidor como un estilo que perdurará a largo plazo y se transformará lentamente para tomar nuevas formas, pero seguirá presente, motivado especialmente por ese deseo de congruencia y honestidad que hoy se exige en los productos y estilo de vida.
En solo un mes este año nos ha lanzado dos tendencias virales, la segunda fue el Mob Wife Aesthetic a través de looks recargados y mujeres empoderadas al puro estilo de los años 80s, el pelo en prendas y abrigos, el big hairstyle, el lujo, las joyas, la opulencia y el maquillaje recargado marcan una fantasía que rompe con la simplicidad del quiet luxury, pero que se conecta bajo el deseo de pertenencia a una clase alta, ahora a modo de juego mas que aspiracional. En las colecciones que se lanzaron en 2023 ya podíamos predecir esta aesthetic, a través del corte sastreado, el cuero, los stilettos y el café quemado, sin duda elementos que darán mucho juego a las colecciones comerciales.
El Surrealismo digital se normaliza y da paso a la innovación su versión clásica.
El Metaverso y las AI´s generaron conversaciones interminables de emoción y rechazo a partes iguales; en el presente su influencia se ha integrado homogéneamente en nuestro día a día, normalizando un proceso que seguirá sucediendo con la constante demanda de innovación que ahora se exige, en especial en la industria de la moda. La tecnología se ha convertido en una aliada en procesos y medición de preferencias de consumo, convirtiéndose en una herramienta que ya no se percibe como invasiva sino como parte de la evolución de las marcas, y que en una época de cambio acelerado ha dejado de tener su poder de asombrar aunque estas Inteligencias Artificiales se presentan en mas y mas formas, ahora esta se ha normalizado.
Este surrealismo que se convirtió en cotidiano regresa a lo clásico, a través de una nueva versión de lo que consideramos un estilo de antaño pero que en su momento fue innovador, ahora se presenta como un homenaje futurista de la alta costura de los 40s y 50s, incluso de los 70s- con el revival del diseño del gran Bob Mackie en la presentación de Miley Cyrus en los GRAMMYs 2024– homenajeando ese purismo perdido que ya no se considera aburrido, ni anticuado, (lo cual fue una queja constante en con el lujo silencioso).
Aunque aún esta tendencia no lleva un nombre oficial, las colecciones de alta costura que se presentaron este año y la alfombra roja de los GRAMMYs la llevan muy presente, con el rojo, los peinados y el glamour que nos recuerda a un viejo Hollywood, así como las creaciones de sus diseñadores olvidados como Norman Norell o Gilbert Adrian, no es casualidad que la temática de la Met Gala para este año se centre en revivir a las ´Sleeping Beauties´ de la moda de eras pasadas.
El lapso en que las tendencias se mueven ahora es cada vez más rápido, algunas nacen, se adoptan y mueren en cuestión de días o semanas, pero siguen dejando su huella en la siguiente, y es el deseo de los consumidores que las hacen permanecer y quienes deciden como se adoptan y cuánto tiempo tienen de vida. Para este 2024 ya se ha marcado una pauta de estilo, solo queda ver como se desarrolla en el resto del año y como este deseo va ligado a los sucesos sociales por venir.






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