Danzando al ritmo de ALGORITMOS y TENDENCIAS Recicladas

Texto por: Karla PM

Anhedonia y no Brat, debería ser la palabra que defina el 2024, ya que así es como realmente se siente esta época en la que se percibe un desesperado deseo por adoptar tendencias vibrantes, sin importar si tenemos que rescatarlas desde el pasado. ‘Anhedonia’ se refiere a la incapacidad de disfrutar, experimentar placer o interés por algo, y cobró relevancia en 2022, cuando su aparición aumentó en el contexto post-pandémico. Esta sensación que era un fenomeno hace un par de años, es precisamente lo que parece estar detrás de este vaivén entre el deseo de recato y desenfreno que se percibe en estos tiempos, porque ¿despues de la calma …viene la tormenta?

Después de 4 años aún seguimos sufriendo los efectos de este fatídico periodo que deseamos olvidar a toda costa, y los side-effects que fueron provocados por el encierro, el miedo, el virus o el exceso de tiempo frente a las pantallas se han querido disipar a través de prácticas de mindfulness, tendencias estrambóticas, selfies hiper trabajadas y experiencias que tienen sabor a reciclado. Es por esto que, en medio del camino hacia el futuro, este ya no nos parece tan sorprendente y deseamos preservar al menos un poco de las décadas más emocionantes que nos ofreció el pasado, de su moda, sus vicios e incluso de su mal gusto, lo que contrasta con el deber ser de nuevas corrientes insípidas como el demure y el old money de esta época.

En medio de toda esta nostalgia que existe por aquellos tiempos simples y emocionantes se empieza a manifestar con mayor fuerza un descontento por los algoritmos cambiantes en las redes sociales, aquellos que acompañaron a varios creadores de contenido en su ascenso, hoy parece que tienen la tarea de volverlos locos, exigiendo cada vez más, cambiando las reglas y demostrando que es imposible descifrarlos y complacerlos.

El social media es algo por lo que en 100 años será recordada esta era, por los comportamientos narcisistas que desató Instagram, la violencia de X y la desinformación de Tik Tok, y 2024 será recordado por marcar el inicio del declive del deseo humano de complacer a los algoritmos de estas redes sociales; este descontento provocará que estos modifiquen su modo de funcionar o que terminen por generar un abandono masivo de usuarios, que prefieran migrar con su contenido a otras plataformas, algo que ya está sucediendo.  

Artículos como esté de Latin Zine de Talia Cu hablan del deseo de desintoxicación de contenido en redes sociales y lo que esto ha provcado, citando a diversos autores que han escrito sobre el tema.

Hoy en día, muchos afirman tener la fórmula mágica para crear una cuenta exitosa de la noche a la mañana, con miles de seguidores, likes, engagement y views. Sin embargo, esta promesa rara vez se cumple sin un trabajo continuo y sostenido; ya que quienes han logrado el éxito en las redes, lo han hecho tras varios años de esfuerzo constante. Aunque algunas cuentas exitosas parecían haber encontrado el equilibrio entre los algoritmos, el público y el contenido, parece que el juego ha cambiado. Ahora, existe un temor constante entre los creadores de contenido por no cumplir con los caprichos que exige cada red social, lo que dificulta mantener un alcance estable y pone en riesgo la cuenta ante la posibilidad de ser dada de baja por «no cumplir las reglas».

Hoy parece que ya no hay reglas claras y permanentes para lograr el éxito en las redes sociales. Publicar con poca o demasiada frecuencia ya no garantiza el éxito; aunque la clave sigue siendo la constancia. Algunas redes exigen más interacción y sugieren a quién seguir, pero al mismo tiempo castigan el exceso de actividad. Al igual que en la moda, en las redes sociales debemos analizar y adoptar la estrategia que mejor se ajuste a nuestras necesidades, sin apegarnos a reglas fijas.

Pero no todo es malo en este panorama, el exceso de contenido que nos bombardea diariamente y la exigencia de los algoritmos han provocado un éxodo hacia plataformas relativamente nuevas y poco exploradas por algunos como Substack, donde escritores de diversos temas han encontrado un refugio en este lugar virtual, que por el momento se siente más auténtico, tranquilo e interesante, en donde hoy se ha construido una comunidad de comunicadores de Moda en español que manifiestan a través de diversas voces sus puntos de vista y experiencias. La pregunta es, ¿por cuánto tiempo más esto permanecerá así? Sin que la contaminación del sobreconsumo, la banalidad, los algoritmos y las reglas regidas por el ego la contaminen. Esto no lo sabemos, solo nos queda disfrutar del momento y esperar a ver que nos ofrece el futuro.

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