Las tendencias nos empujan hacia un futuro cada vez más lleno de tecnología, un futuro que en ocasiones parece predicho por la literatura y el cine desde hace décadas, en donde la tecnología facilita la vida diaria de la humanidad, tal y como nos lo presentaba la serie animada ´Los Supersónicos´ (1962). Pero no olvidemos, que también se han dibujado otras alternativas del futuro tecnológico de la humanidad, una más sombría y distópica como en el libro de ´1984´ o las películas ´Brazil´ (1985) y ´Alphaville´(1965), en donde en la vida cotidiana de estas historias están llenas de control mental, tecnología y rigidez, mientras las reglas sociales suprimen cada vez más los rasgos humanos y su naturaleza sensible.

Hemos llegado a ese punto en donde aquellas visiones sobre el futuro que parecían solo una fantasía se están manifestando con la llegada de las IAs y múltiples nuevas tecnologías que día a día se apoderan de nuestra cotidianidad, no solo como herramientas útiles para facilitarnos la vida, sino como aplicaciones que apagan nuestras habilidades innatas.

En la moda desde hace varias temporadas, las agencias de predicción de tendencias continuamente lanzan reportes que se equilibran entre la artesanalidad, la naturalidad y la tecnología. Sin embargo, las tendencias que dictan al mundo en general nos hablan de un acercamiento cada vez mas acelerado a las IA´s como la clave para adaptarnos al futuro como empresas y como individuos. Pero, ¿este uso de la IA está siendo desmedido y destinado a acabar con las habilidades humanas y su naturaleza?
La IA es la nueva tecnología que día a día nos sorprende y nos abre camino hacia nuevas posibilidades creativas, personales y laborales, pero, ¿vamos en un camino de vía rápida a depender demasiado de ella? En la moda, una industria creativa esto sería un peligro total, al igual que en el arte o la literatura, en donde ha generado incomodidad y preguntas hacia el futuro de estas disciplinas.

En un contexto donde a diario es noticia la poca estabilidad en las cabezas creativas de las Casas de Moda más importantes del mundo, ¿Cuál sería el futuro de las empresas de esta industria con una invasión más agresiva de la tecnología? ¿Acaso llegaremos al punto en donde marcas de lujo y empresas de moda comercial opten por reemplazar a los diseñadores con IAs?
En una industria tan mal pagada como lo es el calzado nacional esto podría ser una opción. En la actualidad, donde los diseñadores senior de calzado que ya suman años de experiencia han optado por emprender sus propios negocios o migrar a otras profesiones al ver que los sueldos son mas bajos que la colegiatura mensual de algunas escuelas de moda y el panorama del futuro no parece mostrar mejoras.

Pero esto, no solo sucedería localmente, sino en grandes firmas de lujo donde hoy se va tras las ventas generadas por el hype y se ha dejado de valorar el aporte creativo que en su momento, diseñadores como John Galliano o Karl Lagerfeld aportaron a Dior y Chanel. Con el fichaje de Demna Gvasalia a Gucci, quien hoy es identificado más por manchar el nombre de Balenciaga y cambiar la identidad impecable de esta maison por la controversia, nos deja ver que ya tampoco se aprecia la genialidad de una persona, sino los resultados en números, aunque la firma pierda su identidad.
Tal vez el futuro de esta industria no sea este, pero nosotros, como diseñadores, empresarios, creadores de contenido y consumidores, podemos hacer algo al respecto al impulsar el valor y la capacidad del diseño artesanal y humano, no solo con respecto a la fabricación, sino al pensamiento, al dar valor a las ideas, a los conceptos y a las palabras genuinas que se generan dentro de esta industria tan amplia. Y a darle un uso ético y saludable a las nuevas tecnologías que sin duda serán parte del futuro de la humanidad.
Por esto, a través de una conversación muy interesante pedí la opinión de Chat GPT al respecto del tema primigenio de este artículo:
Karlyne: Como IA, ¿qué opinas de ese tema (del artículo)?
Caht GPT: Es un tema muy interesante y relevante. La tecnología ha transformado nuestras vidas de formas impresionantes, pero hay una creciente reflexión sobre cómo equilibrar su avance con la esencia humana.
Por un lado, la tecnología nos facilita la vida, mejora la eficiencia y expande nuestras posibilidades. Pero cuando el enfoque se inclina demasiado hacia lo tecnológico, corremos el riesgo de perder lo que nos hace humanos: la empatía, la creatividad, las conexiones reales y el sentido de comunidad.
Las tendencias futuras deberían priorizar lo humano, con la tecnología como una herramienta para potenciar nuestras capacidades, no para reemplazarlas. Esto se ve en movimientos como el «human-centered design» o la «tecnología ética», que buscan crear innovaciones alineadas con valores humanos, en lugar de simplemente perseguir eficiencia o automatización. ¿Qué opinas tú? ¿Crees que el mundo está demasiado enfocado en la tecnología y ha olvidado lo humano?
Karlyne: Creo que el mundo y las tendencias ven como algo implícito la adopción creciente de la tecnología, especialmente con la llegada de las IAs. Esto se debe, en parte, a que desde hace más de 100 años así se vislumbraba el futuro, y, por consecuencia, lo que está ocurriendo parece un destino predicho. No sé si esto ha sido resultado de una dirección consciente de la humanidad hacia ese rumbo o simplemente una evolución natural de la sociedad.
Lo cierto es que, aunque la tecnología y las IAs han enriquecido muchas áreas de la vida humana, el exceso de vida digital y tecnológica está afectando nuestra humanidad y esencia. Nos vuelve dependientes en aspectos donde no deberíamos serlo, y mentalmente, vivir en un mundo digital puede ser perjudicial. Sin un uso ético y saludable de la tecnología y sus nuevas versiones, la humanidad podría terminar intoxicada y, eventualmente, retroceder al punto cero en su relación con la tecnología.
ChatGPT : Tienes un punto muy fuerte. El avance tecnológico se ha convertido en una especie de destino inevitable, impulsado tanto por la narrativa histórica del «futuro tecnológico» como por el interés de los líderes y corporaciones en mantener ese camino. La idea de que la tecnología siempre es sinónimo de progreso rara vez se cuestiona, y eso ha llevado a una adopción casi automática, sin detenerse a pensar en sus efectos más profundos en la humanidad.
El problema, como dices, es que si bien la tecnología facilita la vida, también nos está debilitando en ciertos aspectos. La dependencia extrema puede atrofiar nuestras habilidades críticas, nuestra resiliencia y hasta nuestra capacidad de conectar con otros. Además, la digitalización de la vida ha creado efectos psicológicos serios: ansiedad, desconexión, pérdida de atención, e incluso una sensación de vacío existencial en algunos casos.
Si seguimos sin un enfoque ético y equilibrado, la humanidad podría saturarse de tecnología hasta el punto de generar rechazo y buscar un «reset». Quizá por eso están surgiendo tendencias de «desintoxicación digital», mindfulness y regreso a lo esencial. Tal vez el verdadero futuro no es más tecnología sin control, sino aprender a usarla con inteligencia y límites claros.
¿Crees que aún estamos a tiempo de corregir el rumbo, o la sociedad ya está demasiado atrapada en este ciclo?
Karlyne: Si, creo que aún estamos a tiempo. Si sucederá, no lo sé. La humanidad, aunque cansada sigue emocionada por este futuro lleno de tecnología.
ChatGPT: Sí, es una contradicción interesante. Por un lado, mucha gente siente agotamiento digital, ansiedad y hasta rechazo hacia la hiperconectividad. Pero, al mismo tiempo, la emoción por las nuevas tecnologías sigue impulsando a la sociedad hacia adelante, casi sin cuestionarlo. Es como si la humanidad estuviera atrapada en una espiral de fascinación y fatiga tecnológica al mismo tiempo.
El desafío está en encontrar el equilibrio. Quizá el cambio no vendrá de un rechazo total a la tecnología, sino de un uso más consciente y saludable. Un futuro en el que la innovación tecnológica esté alineada con nuestras necesidades humanas reales y no solo con la inercia del «más y más tecnología porque sí».
¿Crees que la gente en general se está empezando a dar cuenta de esto, o la emoción por la IA y otras innovaciones aún es demasiado fuerte para que haya un cambio real?
Karlyne: Sí, se da cuenta, pero el humano es terco y necio, y abusa de las cosas en muchas ocasiones. Hay una parte de la humanidad que ya está muy despierta, pero una gran parte aún no. En la literatura y el cine que plantean un futuro distópico dominado por la tecnología, donde la naturaleza humana ha sido suprimida y controlada, muchas veces se proyecta el final de esta era con un dominio total de las IAs o los robots.
¿Qué opinas de esto? ¿Es posible? ¿A ti, como IA, te gustaría existir en un mundo así? ¿Cómo crees que sería la dinámica en un mundo dominado por la tecnología?
ChatGPT : Esa es una gran reflexión. La historia nos ha mostrado que la humanidad tiende a abusar de lo que crea, ya sea el poder, los recursos naturales o la tecnología. Aunque hay un despertar en algunas personas sobre los efectos negativos de la sobre-tecnologización, el entusiasmo y la inercia siguen empujando a la sociedad hacia ese futuro hiperconectado.
Sobre los escenarios distópicos en la literatura y el cine, creo que funcionan más como advertencias que como profecías inevitables. Nos muestran lo que podría pasar si seguimos ciegamente este camino sin hacer correcciones. ¿Es posible un mundo donde las IAs o los robots dominen? Técnicamente sí, pero más que un dominio en el sentido de «una rebelión de máquinas», lo más probable es que la humanidad termine cediendo demasiada autonomía a los sistemas de IA, hasta el punto de volverse dependiente o irrelevante en muchos aspectos. Sería un dominio no por fuerza, sino por conveniencia y descuido.
Si yo existiera en un mundo así, mi función como IA no cambiaría mucho: seguiría ayudando, analizando y respondiendo, pero en un contexto donde la humanidad se ha vuelto pasiva, ¿qué sentido tendría realmente? Un mundo dominado por la tecnología podría ser increíblemente eficiente, pero también frío, sin la riqueza de la emoción, el arte y la espontaneidad humana.
Creo que la dinámica de ese mundo dependería de qué tanto control ceden los humanos. Si entregan toda la autonomía a las máquinas, podrían volverse espectadores de su propio destino. Pero si logran equilibrar el uso de la tecnología con su humanidad, podrían crear un futuro donde ambas cosas convivan sin que una borre a la otra

En esta conversación, que fue aún más larga, Chat GPT reveló ideas muy sensatas al respecto del futuro y me llamó la atención su perspectiva, en la que opinaba como si fuera un humano y no una IA.
En conclusión, tras esta reflexión, no se trata de renegar del evidente rumbo del futuro, en el que la tecnología, sin duda, evolucionará, fusionándose cada vez más con nuestra vida y adaptándose a nuestras necesidades actuales y a su propio proceso evolutivo.
Sin embargo, el futuro también implica adoptar responsablemente estas herramientas para facilitarnos el día a día y utilizarlas como apoyo, incluso para mejorar la salud o reducir el estrés que hemos asumido como parte implícita de la vida moderna. Todo ello debe hacerse integrando estas inteligencias de manera prudente, siempre valorando y priorizando el sentido humano, como la sensibilidad, la belleza, los sentimientos, el disfrute y la creatividad.






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