Recientemente, una ola de indignación se produjo tras el lanzamiento del ‘Oaxaca slip on’, un diseño presentado por Willy Chavarría para Adidas, el cual consiste en un corte que imita el tejido de un huarache típico originario de la comunidad de Villa Hidalgo Yalálag, un pueblo de Oaxaca, unido a una suela de sneaker.
La reprobación de este modelo no fue solamente por los señalamientos de apropiación cultural, sino por el hecho de ser también un producto que se promovió con esencia e inspiración en la cultura mexicana, pero Made in China.
Esto es, sin duda, un hecho muy grave que Chavarría y Adidas pasaron por alto al momento de idear y lanzar este producto, justo en un momento en donde México y muchos países sufren las consecuencias de la entrada desmedida de productos chinos de ultra fast fashion, que han mermado las ventas y el empleo de muchas industrias, entre ellas la textil, la de vestido y la de calzado.
Estas industrias se han ido reduciendo poco a poco, al no poder competir con productos que, en medio de la complicada situación económica en que se encuentra el país, y que ha afectado el consumo general, han generado que, en cuestión de productos de moda, los consumidores prefieran adquirir prendas que no comprometan demasiado su bolsillo y que les ofrezcan una constante novedad en cuanto a diseño. Por ello, plataformas de ultra fast fashion y otros productos como Temu y Shein son opciones a las que los mexicanos recurren para comprar ropa, calzado, accesorios y productos de todo tipo, como decoración.
Hablando específicamente del calzado nacional, en esta tabla la consultora GAEAP hace un comparativo, en millones de pares, del consumo nacional aparente que, a pesar de haberse recuperado tras la pandemia, tuvo un retroceso de 339.50 en 2023 a 307.62 en 2024.
Análisis, Cultura y Mindset de la moda. 
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