El lapso en que las tendencias se mueven ahora es cada vez más rápido, algunas nacen, se adoptan y mueren en cuestión de días o semanas, pero siguen dejando su huella en la siguiente, y es el deseo de los consumidores que las hacen permanecer y quienes deciden como se adoptan y cuánto tiempo tienen de vida. Para este 2024 ya se ha marcado una pauta de estilo, solo queda ver como se desarrolla en el resto del año y como este deseo va ligado a los sucesos sociales por venir.
Pink, Ruffles & Bows: Coquettecore y el #girlaesthetic en la post-era del Barbiecore.
En 2022 y 2023 se logró el acercamiento al girliness desde la resignificación de la imagen de Barbie que se viralizó a través de una película y desde el deseo de comprar prendas en Hot Pink que se resurtían sin descanso; pero esto fue solo la superficie de un sentimiento de orgullo y pertenencia del ser mujer.





